7ª unidad
La puntuación
La
lengua escrita tiene exigencias particulares, entre ellas los signos de
puntuación, que vienen a suplir la entonación, los énfasis y las pausas que se
dan de forma natural en el lenguaje oral.
Por
otra parte el éxito del discurso, la claridad gramatical, está directamente vinculada con la correcta
utilización de los signos de puntuación.
Veamos
un conocido ejemplo anónimo de un texto sin signos de puntuación, que puede cambiar su interpretación según el
escritor ubique estos signos:
El testamento
Se
cuenta que un señor, por ignorancia o malicia, dejó al morir el siguiente
testamento sin signos de puntuación:
“Dejo mis
bienes a mi sobrino Juan no a mi hermano Luis tampoco jamás se pagará la cuenta
al sastre nunca de ningún modo para los jesuitas todo lo dicho es mi deseo”.
El juez encargado de
resolver el testamento reunió a los posibles herederos, es decir, al sobrino
Juan, al hermano Luis, al sastre y a los jesuitas y les entregó una copia del
confuso testamento con objeto de que le ayudaran a resolver el dilema. Al día
siguiente cada heredero aportó al juez una copia del testamento con signos de
puntuación.
Así que el señor juez, ante
la imposibilidad de nombrar heredero, tomó la siguiente decisión:
”... Por lo que no
resultando herederos para esta herencia, yo, el Juez me incauto de ella en
nombre del Estado y sin más que tratar queda terminado el asunto”.
Dejando de lado este
gracioso ejemplo que tanto ilustra la importancia de la correcta utilización de
los signos de puntuación pasemos a estudiar la puntuación en profundidad.
El español cuenta con los
siguientes signos de puntuación:
El punto (.) La coma (,)
Punto y coma (;) Dos puntos (:) Puntos suspensivos (...) Signos de
interrogación ¿? Signos de exclamación ¡! Paréntesis ( ) Corchetes [ ] Raya - Comillas " ", ´ `, «».
Aspectos importantes sobre el punto
El punto, la coma, el punto
y coma, los dos puntos y los puntos suspensivos se escriben siempre sin dejar
un espacio de separación con respecto a la palabra o el signo que precede, y
separados por un espacio de la palabra o el signo que sigue, a no ser que este
sea de cierre.
Los signos dobles, como los
de interrogación y exclamación, los paréntesis, los corchetes, las comillas y
las rayas que encierran aclaraciones e incisos, todos ellos compuestos por un
signo de apertura y uno de cierre, se escriben de la manera siguiente:
- Los de apertura se separan por medio de un espacio de
palabra o signo al que siguen, y se escriben sin espacio de separación con
respecto a la palabra a la que anteceden (sin embargo, la raya que introduce la
intervención de un personaje en un diálogo se escribe sin espacio de separación
de la palabra que sigue.
- Por el contrario, los signos de cierre se escriben sin
espacio de separación con respecto a la palabra o signo al que siguen,
separados por un espacio de la palabra a la que preceden y sin este espacio si
lo que sigue es un signo de puntuación.
Ejemplos:
¿Hablaron sobre el
tema en el encuentro?; ¿se pusieron de acuerdo?
Siempre utiliza el
mismo refrán: «No hay mal que dure cien años... ».
La boda se
celebrará en la Catedral San José (frente al Parque Santander), a la una de la
tarde.
Cuando decidimos
trasladarnos a Bogotá -una decisión meditada-, el negocio estaba creciendo.
Uso
del punto
El punto (.) señala la pausa
que se da al final de un enunciado. Después de punto -salvo en el caso del
utilizado en las abreviaturas- siempre se escribe mayúscula.
Hay tres clases de punto: el
punto y seguido, el punto y el punto final.
- - El
punto y seguido: separa enunciados que integran un párrafo.
Después de un punto y seguido se continúa escribiendo en la misma línea. Si el
punto está al fin de renglón, se empieza en el siguiente sin dejar margen. Por
ejemplo:
- Salieron
a dar un corto paseo. La mañana estaba muy hermosa.
- - El punto y aparte: separa dos párrafos
distintos, que suelen desarrollar, dentro de la unidad del texto, contenidos
diferentes. Después de punto y aparte se escribe en una línea distinta. La
primera línea del nuevo párrafo debe tener un margen mayor que el resto de las
líneas que lo componen, es decir, ha de quedar sangrada. Por ejemplo:
Una pareja de guacamayos cruzó muy alto
y en silencio hacia el Paraguay.
Allá abajo, sobre el río de oro, la
canoa derivaba velozmente, girando a ratos sobre sí misma ante el borbollón de
un remolino.
- - El
punto final: es el que cierra un texto.
Otro
uso del punto: El punto se utiliza también después de las
abreviaturas. Ejemplos: Sra., Excmo., Dr.
Combinación
del punto con otros signos: A menudo es necesario combinar el punto
con otros signos que también cierran períodos, como los paréntesis o las
comillas. En estos casos, se coloca el punto siempre detrás de las comillas,
corchetes o paréntesis de cierre. Por ejemplo:
Lo que dijo fue lo
siguiente: «No quiero verte más». Después cerró de golpe la puerta de su casa.
(Estaba muy alterada).
Uso
Incorrecto del punto: Los títulos y los subtítulos de libros,
artículos, capítulos, obras de arte, etc., cuando aparecen aislados, no llevan
punto final. Ejemplos:
El pozo
Los desterrados
Uso
de la coma
La coma (,) indica una pausa breve que se produce dentro
del enunciado.
Se emplea para separar los miembros de una enumeración,
salvo los que vengan precedidos por alguna de las conjunciones y, e, o, u.
Ejemplos:
Es una señora muy
seria, educada y de buena familia.
Estaba presente toda la
familia: padres, tíos, primos, cuñados, etc.
¿Quieres gaseosa, café
o un te?
Cuando los elementos de la enumeración constituyen el
sujeto de la oración o un complemento verbal y van antepuestos al verbo, no se
pone coma detrás del último. Ejemplos:
El gato, el perro y el
conejo son animales mamíferos.
De perros, de conejos y
de gatos no quiere que le hablen.
Se usa coma para separar miembros gramaticalmente
equivalentes dentro de un mismo enunciado, a excepción de los casos en los que
medie alguna de las conjunciones y, e, ni, o, u. Ejemplos:
Estaba intranquilo por sus hijos, por
su economía, por su futuro.
Sin embargo, se coloca una coma delante de la conjunción
cuando la secuencia que encabeza expresa un contenido (consecutivo, de tiempo,
etc.) distinto al elemento o elementos anteriores. Por ejemplo:
Pintaron las paredes de la habitación, cambiaron la disposición de los
muebles, y quedaron muy contentos.
También cuando esa conjunción está destinada a enlazar
con toda la proposición anterior, y no con el último de sus miembros. Por
ejemplo:
Pagó el traje, el bolso y los zapatos, y salió de la tienda.
Siempre será recomendable su empleo, por último, cuando
el período sea especialmente largo. Por ejemplo:
Los materiales
para realizar el proyecto comenzaron a deteriorarse a causa del paso del
tiempo, y hubo que comprar otros.
En una relación cuyos elementos están separados por punto
y coma, el último elemento, ante el que aparece la conjunción copulativa, va
precedido de coma o punto y coma. Ejemplos:
En ganchos colgó
las camisas; en cajones, la ropa de abrigo; en estantes los pantalones y
franelas.
Se escribe una coma para aislar el vocativo del resto de
la oración. Ejemplos:
Pedro, ven aquí.
He pedido silencio, muchachos.
Cuando el vocativo va en medio del enunciado, se escribe
entre dos comas. Por ejemplo:
Estoy alegre,
Julia, por el regalo.
Los incisos que interrumpen una oración, ya sea para
aclarar o ampliar lo dicho, ya sea para mencionar al autor u obra, se escriben
entre comas. Son incisos casos como los siguientes:
Aposiciones explicativas. Por ejemplo:
En ese momento
Claudio, el marido de mi hermana, dijo que nos ayudaría.
Las proposiciones adjetivas explicativas. Por ejemplo:
El calor de
Cúcuta, que por esos meses era más fuerte todavía, incomodaba a los turistas.
Cualquier comentario, explicación o precisión sobre algo
dicho. Ejemplos:
Toda su familia,
incluido el primo, estaba de acuerdo.
La mención de un autor u obra citados. Por ejemplo:
La violencia,
escribió un psicólogo, se ha de erradicar con tratamientos amables.
Cuando se invierte el orden
regular de las partes de un enunciado, anteponiendo elementos que suelen ir
pospuestos, se tiende a colocar una coma después del bloque anticipado. No es
fácil establecer con exactitud los casos en que esta anteposición exige el uso
de la coma. Pero frecuentemente puede aplicarse esta norma práctica:
a) Si el elemento antepuesto admite una paráfrasis con «en
cuanto a», es preferible usar coma. Por ejemplo:
Propiedades, ya no le
quedan. (Es posible decir En cuanto a las propiedades, ya no le quedan).
b) Si, por el contrario, admite una paráfrasis con «es lo que»
o «es el que», no se empleará coma. Por ejemplo:
Pena debería darte.
(Equivalente a Pena es lo que debería darte).
También suele anteponerse
una coma a una conjunción o locución conjuntiva que une las proposiciones de
una oración compuesta, en los casos siguientes:
a) En las proposiciones coordinadas adversativas introducidas
por conjunciones como, pero, mas, aunque, sino. Ejemplos:
Te prestaré mi
carro, pero cuídalo mucho.
Recogieron
muchas naranjas, aunque no todas se encontraban en buen estado
b) Delante de las proposiciones
consecutivas introducidas por conque, así que, de manera que... Ejemplos:
Te comprometiste a acompañarle, conque ya
puedes ir poniéndote el abrigo.
El sol me está molestando, así que me
cambiaré de asiento.
c) Delante de proposiciones
explicativas. Ejemplos:
Pertenece a la nobleza, porque vive en un
palacio.
Están en casa, pues hay luz en la sala.
Los conectores como esto es, es decir, o sea, en fin, por
último, por consiguiente, sin embargo, no obstante, además, en tal caso, por lo
tanto, en cambio, en primer lugar, y también, a veces, determinados adverbios o
locuciones que desempeñan la función de modificadores oracionales, como
generalmente, posiblemente, efectivamente, finalmente, en definitiva, por regla
general, quizás, colocados al principio de una oración, se separan del resto
mediante una coma. Ejemplos:
Por consiguiente, vamos a pensar con tiempo lo que vamos
a hacer.
No obstante, me
pareció buena la película.
Efectivamente,
tienes toda la razón.
Cuando estas expresiones van en medio de la oración, se
escriben entre comas. Ejemplos:
Estas dos palabras
son homónimas, es decir, se escriben igual.
Esos incidentes,
sin embargo, no se repitieron.
Si los
bloques relacionados mediante estos conectores forman parte de la misma oración
compuesta escrita entre puntos, se suelen separar con punto y coma colocado
delante del conector, al que seguirá una coma.
En los
casos en que se omite un verbo, porque ha sido anteriormente mencionado o
porque se sobrentiende, se escribe en su lugar una coma. Ejemplos:
La rosa perdió sus
pétalos; la mujer, el amor.
Los extranjeros,
por aquella puerta.
En las
cabeceras de las cartas, se escribe coma entre el lugar y la fecha. Por
ejemplo:
Cúcuta, Norte de
Santander, 5 de febrero de 2013.
Se
escribe coma para separar los términos invertidos del nombre completo de una
persona o los de un sintagma que integran una lista (bibliografía, índice...).
Ejemplos:
BELLO, Andrés:
Gramática de la lengua castellana destinada al uso de los americanos.
FORERO, M.T.
(2006): Cómo escribir correctamente y sin errores. Montevideo: Concepto.
Uso incorrecto de
la coma
Debe evitarse separar el sujeto y el predicado mediante
coma. Ejemplos de incorrección.
Los muebles de la
casa, se encontraban completamente dañados.
Un lamentable
accidente, dejó como saldo varias vidas y muchos heridos.
Se
exceptúan los casos en que media un inciso entre sujeto y predicado. Ejemplos:
El consumo de
tabaco, como ya ha quedado apuntado anteriormente, es el principal factor de
riesgo en el cáncer de pulmón.
Uso de los dos puntos
Los dos puntos (:) detienen el discurso para llamar la
atención sobre lo que sigue.
Se usan dos puntos en los casos siguientes:
Después de anunciar una enumeración. Ejemplos:
Van a subastar tres manuscritos: uno de Borges, otro de Federico García
Lorca y un tercero de Antonio Machado.
Tres fueron las carabelas de Colón: La Niña, La Pinta y La Santa María.
También para cerrar una enumeración, antes del
anafórico que los sustituye, se utilizan los dos puntos. Ejemplos:
Terremotos, inundaciones y
erupciones volcánicas: esas son las principales catástrofes naturales.
Los dos puntos preceden a las citas textuales. En
este caso, después de los dos puntos se suele escribir la primera palabra con
inicial mayúscula. Ejemplos:
La orden del médico fue muy
clara: «Prohibido hacer actividad física».
Ya lo dijo Blaise Pascal:
«La elocuencia es la pintura del pensamiento».
Se emplea este signo de puntuación
tras las fórmulas de saludo en las cartas y documentos. También en este caso la
palabra que sigue a los dos puntos se escribe con mayúscula y, generalmente, en
un renglón aparte. Ejemplos:
Querido colega:
Le escribo esta
carta para comunicarle...
Se emplean los dos puntos para conectar oraciones o
proposiciones relacionadas entre sí sin necesidad de utilizar otro nexo. Son
varias las relaciones que se pueden expresar:
a) Relación
causa-efecto. Por ejemplo:
Ha ganado todos
los partidos: está en el primer lugar de la tabla de posiciones.
b) Conclusión
o resumen de la proposición anterior. Por ejemplo:
Todos querían
hablar al tiempo: no se pudieron entender.
c) Verificación
o explicación de la proposición anterior, que suele tener un sentido más
general. Por ejemplo:
El Sancocho es un
plato de la cocina colombiana muy nutritivo:
Tiene
carbohidratos, proteínas y fibras ya que contiene diversas verduras y carnes.
d) Se
utilizan los dos puntos para separar la ejemplificación del resto de la
oración. Por ejemplo:
En ocasiones se
comporta de manera muy extraña: hoy trató muy mal a su hijo frente a sus
compañeros de trabajo.
a)
En textos jurídicos y administrativos
-decretos, sentencias, bandos, edictos, certificados o instancias-, se colocan
dos puntos después del verbo, escrito con todas sus letras mayúsculas, que
presenta el objetivo fundamental del documento. La primera palabra del texto
que sigue a este verbo se escribe siempre con inicial mayúscula y el texto
forma un párrafo diferente. Por ejemplo:
CERTIFICA:
Que D. José Eduardo Cardozo ha cursado y
aprobado todas las materias del curso de hotelería.
Uso del punto y coma
El punto y coma (;) indica una pausa superior a la
marcada por la coma e inferior a la señalada por el punto. Se utiliza en estos
casos:
Para separar los elementos de una enumeración cuando se
trata de expresiones complejas que incluyen comas. Ejemplos:
El abrigo es azul;
la camisa, gris; los pantalones, blancos; y la chaqueta, negra.
Cada dependencia
presentará un taller distinto: la primera, el taller de pintura; la segunda, el
taller de manualidades; la tercera, el taller de literatura.
Para separar proposiciones yuxtapuestas, especialmente
cuando en estas se ha empleado la coma. Ejemplos:
Era importante que
el entrenador estuviera presente; se discutió sobre el partido.
La muchacha, muy
contenta, corría hacia su casa; sus padres acababan de llegar.
En muchos de estos casos, se
podría optar por separar los períodos con punto y seguido. La elección del
punto y seguido o del punto y coma depende de la vinculación semántica que
exista entre las oraciones o proposiciones. Si el vínculo es débil, se prefiere
usar un punto y seguido; mientras que, si es más sólido, es conveniente optar
por el punto y coma.
También sería posible
separar los mencionados períodos con dos puntos, puesto que casi siempre
subyacen las mismas relaciones como fueron expresadas anteriormente en los dos
puntos.
Se suele colocar punto y
coma, en vez de coma, delante de conjunciones o locuciones conjuntivas como por
ejemplo: pero, mas y aunque, así como, sin embargo, por tanto, por
consiguiente, en fin, etc., cuando los períodos tienen cierta longitud y
encabezan la proposición a la que afectan. Ejemplos:
El papel
desempeñado en el campeonato fue bueno; pero no se consiguió clasificar a las
semifinales.
El equipo entrenó
durante todo el verano; sin embargo, los resultados no fueron los deseados.
Si los bloques no son muy largos, se prefiere la coma,
por ejemplo:
Llegará, pero
mañana.
Lo hizo, aunque no
del todo bien.
Si los períodos tienen una longitud considerable, es
mejor separarlos con punto y seguido. Por ejemplo:
El próximo
invierno, será el encuentro sudamericano de motociclismo. Por consiguiente, es
previsible la presencia de numerosos turistas.
Uso de los puntos suspensivos
Los puntos suspensivos (...) suponen una interrupción de
la oración o un final impreciso. Después de los puntos suspensivos, cuando
cierran un enunciado, se escribe mayúscula. Por ejemplo:
El caso es que si
llueve... Mejor no pensar en eso.
Cuando los puntos suspensivos no cierran un enunciado y
este continúa tras ellos, se escribe minúscula. Por ejemplo:
Yo creo que…
aceptaré; me conviene mucho esa propuesta.
Se usan los puntos suspensivos en los siguientes casos:
Al final de enumeraciones abiertas o incompletas, con el
mismo valor que la palabra etcétera. Ejemplos:
Puedes hacer lo
que quieras: escuchar música, ver la televisión, leer...
Cuando se quiere expresar que antes de lo que va a seguir
ha habido un momento de duda, temor o vacilación. Ejemplos:
Lo compro; no lo
compro… no sé qué hacer
En ocasiones, la interrupción del enunciado sirve para
sorprender al lector con lo inesperado de la salida. Por ejemplo:
Estaba todo listo
para la fiesta, la comida, la bebida, la discoteca y, al final, llegaron… cinco
personas.
Para dejar un enunciado incompleto y en suspenso se
utilizan los puntos suspensivos. Por ejemplo:
Todo salió mal,
las personas quedaron desconformes, algunos se fueron antes… Mejor no hablar
del tema.
También se emplea este signo de puntuación cuando se
reproduce una cita textual, sentencia o refrán, omitiendo una parte. Ejemplos:
En ese instante de
confusión pensé: «Agua que no has de beber...» y seguí mi camino.
Se escriben tres puntos dentro de paréntesis (...) o
corchetes [...] cuando al transcribir literalmente un texto se omite una parte
de él. Por ejemplo:
Es, pues, de
saber, que este sobredicho hidalgo (…) se daba a leer libros de caballerías con
tanta afición y gusto, que olvidó casi de todo punto el ejercicio de la caza, y
aun la administración de su hacienda (Cervantes: Quijote, 1, capi).
Combinación de los
puntos suspensivos con otros signos
Tras los puntos suspensivos no se escribe nunca punto.
Sin embargo, sí pueden colocarse otros signos de puntuación, como la coma, el
punto y coma y los dos puntos. Ejemplos:
Ahora que lo
pienso bien...: mejor me quedo.
Ya llegó el papel, los computadores, los
libros...; el jueves comenzamos con el trabajo.
Los signos de interrogación o exclamación se escriben
delante o detrás de los puntos suspensivos, dependiendo de que el enunciado que
encierran esté completo o incompleto. Ejemplos:
¿Habrá traído La
ropa?... Seguro que no.
¡Si te expliqué
que...! Es imposible, siempre estás en las nubes.
Tanto la coma, el punto y coma y los dos puntos como los
signos de interrogación y exclamación se escribirán inmediatamente, sin un
espacio que los separe de los puntos suspensivos, tal y como muestran los
ejemplos anteriores (Tales signos son los que imponen en estos casos el uso de
la mayúscula o la minúscula en la palabra).
Uso de los signos de interrogación y exclamación
Los signos de interrogación (¿?) y exclamación (i!)
encierran enunciados que, respectivamente, interrogan o exclaman. Los primeros
se utilizan para delimitar enunciados interrogativos directos; los segundos
demarcan enunciados exclamativos, también en estilo directo e interjecciones.
Ejemplos:
¿Dónde has
conseguido ese libro?
¡Eso es
fantástico!
En la utilización de tales signos es preciso tener en
cuenta estas consideraciones generales:
Los signos de interrogación y de exclamación son dos en
cada caso: los signos que indican apertura (¿i) y los signos que indican cierre
(?!); se colocan al principio y al final del enunciado interrogativo y
exclamativo respectivamente.
En nuestra lengua es obligatorio poner siempre el signo
de apertura, que no deberá suprimirse a imitación de lo que ocurre en la
ortografía de otras lenguas, en las que solo se usa el signo final
porque tienen otras marcas gramaticales que suplen el
primero. Después de los signos que indican cierre de interrogación o
exclamación (?!) no se escribe nunca punto.
El signo de principio de interrogación (¿) o de
exclamación (i) se ha de colocar donde empieza la pregunta o la exclamación,
aunque no comience con él el enunciado. Ejemplos:
Con respecto al
partido del próximo fin de semana, ¿se han previsto medidas especiales de
seguridad?
Si logro viajar,
¡qué contento me voy a poner!
Obsérvese cómo los vocativos y las proposiciones
subordinadas, cuando ocupan el primer lugar en el enunciado, se escriben fuera
de la pregunta o de la exclamación. Sin embargo, si están colocados al final,
se consideran dentro de ellas. Ejemplos:
Cristina, ¿has
decidido si viajarás? | ¿Has decidido si vas a viajar, Cristina?
Jorge, ¡cuánto me
alegro que hayas ganado! | ¡Cuánto me alegro que hayas ganado, Jorge!
Cuando se escriben varias preguntas o exclamaciones
seguidas y estas son breves, se puede optar por considerarlas oraciones
independientes, con sus correspondientes signos de apertura y cierre, y con mayúscula
al comienzo de cada una de ellas. Ejemplos:
¿Dónde te metiste?
¿A qué hora regresarás?
¡Queda poco
tiempo! ¡ No llegaremos! ¡ Apúrate!
Pero también es posible considerar el conjunto de las
preguntas o exclamaciones como un único enunciado. En este caso hay que
separarlas por comas o por puntos y comas, y solo en la primera se escribirá la
palabra inicial con mayúscula. Ejemplos:
¿Cuál es su
nombre?, ¿dónde trabaja?, ¿cuándo nació?, ¿en qué lugar?
¡Cómo llovió
anoche!; ¡qué mojado está todo!; ¡qué frío vamos a pasar hoy!
En ocasiones, se utilizan los signos de final de
interrogación (?) o de exclamación (!) entre paréntesis.
a) El signo
de final de interrogación entre paréntesis expresa duda o ironía. Ejemplos:
Alejandro Lemos es
el presidente (?) del club.
Tendría mucha
gracia (?) que llegara a la cita con un día equivocado.
b) El signo
de final de exclamación entre paréntesis expresa sorpresa o ironía. Ejemplos:
Un joven de
treinta y seis años (!) fue el ganador del concurso de baile.
Está más gordo que
nunca, pero dice que solo pesa ochenta kilos (!) en la báscula de su casa.
Uso de los paréntesis
Los paréntesis son signos que encierran elementos
incidentales o aclaratorios intercalados en un enunciado. Los paréntesis se
usan en los siguientes casos:
Cuando se interrumpe el sentido del discurso con un
inciso aclaratorio o incidental, sobre todo si este es largo o de escasa
relación con lo anterior o posterior. Ejemplos:
Las reuniones (la
última duró casi cuatro horas) se celebran en el salón principal. (Para estos
incisos también se pueden utilizar rayas).
Para intercalar algún dato o precisión: fechas, lugares,
significado de siglas, el autor u obra citados... Ejemplos:
El año en que
nació (1830) es el mismo en que murió Bolívar.
Toda su familia
nació en Cúcuta (Colombia).
En ocasiones se utilizan los paréntesis para evitar
introducir una opción en el texto. En estos casos se puede encerrar dentro del
paréntesis una palabra completa o solo uno de sus segmentos. Ejemplos:
En la
documentación debe figurar el (los) día(s) en que se ausentó del país.
Cuando
se reproducen o transcriben textos, códices o inscripciones con abreviaturas,
se pueden utilizar los paréntesis para reconstruir las palabras completas o los
elementos que faltan en el original y se suplen, por ejemplo:
Imp(eratori) Caes
(ari).
En
la transcripción de textos se utilizan tres puntos entre paréntesis para dejar
constancia de que se omite en la cita un fragmento del texto (en este uso
suelen alternar con los corchetes).
Como
ejemplo veamos la cita del Quijote utilizada cuando estudiábamos los puntos
suspensivos:
Es, pues, de
saber, que este sobredicho hidalgo (…) se daba a leer libros de caballerías con
tanta afición y gusto, que olvidó casi de todo punto el ejercicio de la caza, y
aun la administración de su hacienda (Cervantes: Quijote, 1, capi)
Las
letras o números que encabezan clasificaciones, enumeraciones, etc. pueden
situarse entre paréntesis o seguidas del paréntesis de cierre. Ejemplos:
Estos documentos
podrán encontrarse en los siguientes lugares:
(a) En los
estantes superiores de la biblioteca principal.
(b) En los
armarios de la sala.
o
bien:
Estos documentos
podrán encontrarse en los lugares siguientes:
a) En los estantes
superiores de la biblioteca principal.
b) En los armarios
de la sala.
Combinación de los
paréntesis con otros signos
Los signos de puntuación correspondientes al período en
el que va inserto el texto entre paréntesis se colocan siempre después del de
cierre. Ejemplos:
Tenía muchos
primos (él era el más pequeño), pero no los veía muy seguido.
¿En qué año se
fundó el CD (Cúcuta Deportivo)?
El texto recogido dentro de los paréntesis tiene una
puntuación independiente. Por eso, si el enunciado entre paréntesis es
interrogativo o exclamativo, los signos de interrogación y exclamación se
colocan dentro de los paréntesis. Ejemplos:
La costumbre de Polo por el coleccionismo
(colecciona de todo: llaveros, mariposas, relojes, monedas, sellos…) ha
convertido su casa en un almacén.
Uso de los
corchetes
Los corchetes [ ] se utilizan por regla general de forma
parecida a los paréntesis que incorporan información complementaria o
aclaratoria. La combinación de los corchetes con otros signos ortográficos es
idéntica a la de los paréntesis. Los corchetes se utilizan en las ocasiones
siguientes:
Cuando dentro de un enunciado o texto que va entre
paréntesis es preciso introducir alguna nota aclaratorio o precisión. Por
ejemplo:
La última novela que publicó Miguel de
Unamuno (algunos críticos resaltan el magisterio de su obra Niebla [1914] como
revolucionaria en el tratamiento de la ficción) fue San Manuel Bueno,
mártir(1931).
En poesía se coloca un solo corchete de apertura delante
de las últimas palabras de un verso para indicar que no caben en la línea
anterior. Ejemplo:
Soñaba en ese entonces en forjar un poema,
de arte nervioso y nueva obra audaz y
suprema,
escogí entre un asunto grotesco y otro
trágico,
llamé a todos los ritmos con un conjuro
[mágico
y los ritmos indóciles vinieron acercándose,
juntándose en las sombras, huyéndose y
[buscándose.
(José Asunción Silva: El libro de versos)
Cuando, en un texto transcrito, el copista o editor
quiere incorporar alguna parte que falta, aclaración, nota, desarrollo de una
abreviatura o cualquier interpelación ajena al texto original, se usan los
corchetes. Por ejemplo:
Las hojas formaban un manto [texto tachado:
que cubría el gran parque de] la ciudad silenciosa.
También
se utilizan los corchetes que encierran tres puntos suspensivos […] cuando en
un texto transcrito se omite una parte de él, ya sea una sola palabra o un
fragmento. Por ejemplo:
Pensé en lo que
usted me había enseñado: que nunca hay que odiar a nadie. Le sonreí para
decírselo; pero después pensé que él no pudo ver mi sonrisa [...] por lo negra
que estaba la noche.
(Juan Rulfo: Pedro
Páramo)
Uso de la
raya
La raya o guion largo (-) se puede usar aisladamente, o
bien, como en el caso de otros signos de puntuación, para servir de signo de
apertura y cierre que aísle un elemento o enunciado.
Este signo se utiliza con los fines siguientes:
Para encerrar aclaraciones o incisos que interrumpen el
discurso. En este caso se coloca siempre una raya de apertura antes de la
aclaración y otra de cierre al final. Por ejemplo:
Confiaba profundamente en su Tío –un gran
catedrático- en cualquier circunstancia.
Esperaba a Jorge -un primo lejano-.
Lamentablemente, no llegó.
En este uso, las rayas pueden ser sustituidas por los
paréntesis e incluso por comas. La diferencia entre una u otra opción depende
de cómo perciba quien escribe el grado de conexión que el inciso mantiene con
el resto del enunciado.
Para señalar cada una de las intervenciones de un diálogo
sin mencionar el nombre de la persona o personaje al que corresponde. En este
caso se escribe una raya delante de las palabras que constituyen la
intervención. Por ejemplo:
- ¿Qué has hecho
el fin de semana?
-Fui a la finca de
unos amigos.
Para introducir o encerrar los comentarios o precisiones
del narrador a las intervenciones de los personajes. Se coloca una sola raya
delante del comentario del narrador, sin necesidad de cerrarlo con otra, cuando
las palabras del personaje no continúan inmediatamente después del comentario.
Por ejemplo:
-Espero
que te arrepientas –dijo maría mirándolo con rabia.
Se escriben dos rayas, una de apertura y otra de cierre,
cuando las palabras del narrador interrumpen la intervención del personaje y
esta continúa inmediatamente después. Por ejemplo:
-Lo principal es estar conforme con lo que se hace
–sentenció Daniel–. Afortunado o desafortunado pero conforme consigo mismo.
Tanto en un caso como en el otro, si fuese necesario
poner detrás de la intervención del narrador un signo de puntuación, una coma o
un punto, por ejemplo, se colocará después de sus palabras y tras la raya de
cierre (si la hubiese). Por ejemplo:
-Sí -respondió el
sacerdote-, es el secreto de confesión.
En algunas listas, como índices alfabéticos de libros o
bibliografías, la raya sirve para indicar que en ese renglón se omite una
palabra, ya sea un concepto antes citado o el nombre de un autor que se repite.
Ejemplos:
Verbos regulares
- irregulares
- transitivos
- intransitivos
García Lorca, F.:
Libro de poemas (1921).
-: Poema del cante
jondo (1921).
-: Romancero
gitano (1928).
Uso de las comillas
Hay diferentes tipos de comillas: las comillas angulares,
también llamadas latinas o españolas (« »), las inglesas (" ") y las
simples (´ `). Por lo general, es indistinto el uso de uno u otro tipo de
comillas dobles; pero suelen alternarse cuando hay que utilizar comillas dentro
de un texto ya entrecomillado. Por ejemplo:
Al llegar el carro deportivo, Cecilia susurró: «
Vaya "cacharro" que se ha comprado Tomasito».
Se utilizan comillas en los casos siguientes:
Para reproducir citas textuales de cualquier extensión.
Ejemplos:
Fue entonces cuando el novio dijo: «Sí».
Las palabras de la mujer fueron: «No sé cómo pasó,
solo me alejé un instante».
Dice Patrick Süskind en La novela El Perfume:
«...volvió a cerrar los ojos. Las fragancias del
jardín le rodearon, claras y bien perfiladas, como las franjas policromas de un
arco iris».
Cuando se ha de intercalar un comentario o intervención
del narrador o transcriptor de la cita, no es imprescindible cerrar las
comillas para volver a abrirlas después del comentario, pero puede hacerse.
Para intercalar tales intervenciones, es preferible encerrarlas entre rayas.
Por ejemplo:
« Los días lluviosos como el de ayer -comentó Ana-
me llenan de nostalgia».
En textos narrativos, a veces se utilizan las comillas
para reproducir los pensamientos de los personajes, en contraste con el uso de
la raya, que transcribe sus intervenciones propiamente dichas. Por ejemplo:
« ¡Hasta en latín sabía maldecir el pillastre!»,
pensó el padre, más satisfecho cada vez de los sacrificios que le costaba aquel
enemigo.
(Clarín: La Regenta, cap. IV)
Para indicar que una palabra o expresión es impropia,
vulgar o de otra lengua, o que se utiliza irónicamente o con un sentido
especial. Ejemplos:
La mujer dijo, con seguridad, que el tema tenía
algunas «prorrogativas».
En la sala pusieron una «boiserie» que le da una
elegancia particular a toda la casa.
No sé, solo dice que es un asunto de «negocios».
Para citar títulos de artículos, poemas, cuadros....
Ejemplos:
El ensayo de Edgar Allan Poe «Filosofía de la
composición» fue publicado por primera vez en la revista Graham's Magazine de
Filadelfia en el mes de abril de 1846 .
El presentador leyó el «Romance de la Luna Luna»
del Romancero Gitano.
En la sala principal lucia el «Guernica» de
Picasso.
Cuando en un texto se comenta o se trata una palabra en
particular, esta se aísla escribiéndola entre comillas. Por ejemplo:
Al hablar de las
conjugaciones verbales y hacer relación a la primera conjugación, generalmente
utilizamos el verbo «amar».
Cuando se aclara el significado de una palabra, este se
encierra entre comillas. En tal caso se prefiere utilizar comillas simples. Por
ejemplo:
«Botar» (‘tirar’) no significa lo mismo que «votar»
elegir un candidato.
Combinación de las comillas con otros signos
Los signos de puntuación correspondientes al período en
el que va inserto el texto entre comillas se colocan siempre después de las
comillas de cierre. Ejemplos:
La madre le dijo claramente: «No irás»; pero al
final lo dejó ir.
¿Es verdad que le dijo: «Hasta nunca»?
El texto recogido dentro de las comillas tiene una
puntuación independiente y lleva sus propios signos ortográficos. Por eso, si
el enunciado entre comillas es interrogativo o exclamativo, los signos de
interrogación y exclamación se colocan dentro de estas. Ejemplos:
Le dijo al camarero: «Por favor, ¿me indica dónde
se encuentra el baño?».
« ¡Estoy deseando un descanso! », exclamó.
Otros signos ortográficos
La escritura del español también cuenta con otros signos
auxiliares, que se exponen a continuación.
Diéresis
La diéresis (¨) es un signo que se coloca encima de las
vocales en las siguientes ocasiones:
Para indicar que ha de pronunciarse la vocal u en las
combinaciones gue y gui. En este caso, el uso de la diéresis es preceptivo.
Ejemplos:
Vergüenza,
pingüino, ambigüedad
En
textos poéticos, la diéresis puede usarse colocada sobre la primera vocal de un
posible diptongo, para indicar que no existe. De esa forma la palabra a la que
afecta y el verso en que se incluye cuentan con una sílaba más. Ejemplos:
El dulce murmurar deste rüido,
el mover de los árboles al viento,
el suave olor [ ... ]
(Garcilaso de la Vega: Égloga 11)
Guion
El guion (-) es un trazo
horizontal de menor longitud que el signo llamado raya. Se utiliza cuando es
necesario hacer divisiones dentro de una palabra y no se escribe entre espacios
en blanco.
Tiene diferentes usos.
a. Se utiliza para separar, en determinados casos, los dos
elementos que integran una palabra compuesta. Hay dos situaciones dignas de
mención:
Los compuestos de nueva
creación formados por dos adjetivos, el primero de los cuales conserva
invariable la terminación masculina singular, mientras el segundo concuerda en
género y número con el nombre al que se refiere. Ejemplos:
Cuerpos técnico-administrativos, lección teórico- práctica, tratado
teórico-práctico
Cuando dos gentilicios
forman una palabra compuesta, esta se puede escribir separando o no ambos
elementos con un guion. Si el compuesto resultante se siente como consolidado,
lo escribiremos sin guion. Ejemplos:
Francocanadiense, hispanoárabe.
Si el compuesto no es sentido como unidad, puede
escribirse con guion. Ejemplos:
hispano-ruso, luso- japonés.
b. 2. El guion sirve para dividir una palabra al final de
renglón cuando no cabe en él completa. Para realizar esta división hay que
tener en cuenta las consideraciones que se detallan más adelante.
- Cuando la palabra contenga una h intercalada precedida de
consonante, el guion se colocará siempre delante de la h, tratándola como
principio de sílaba. Ejemplos:
in - humano, des -
hidratar
- Los dígrafos ll, rr y ch no se pueden dividir con guion,
por representar cada uno de ellos un único fonema. Ejemplos:
ca - llar, ca - rro, le - chu - gas.
- Cuando en una palabra aparecen dos consonantes seguidas,
generalmente la primera pertenece a la sílaba anterior y la segunda a la sílaba
siguientes. Ejemplos:
Co - men - tar, es
- pal - dar, es - pe - rar, re - frac - ción.
- Los grupos consonánticos formados por una consonante
seguida de l o r, como bl, cl, fl, gl, kl, pl, br, cr, dr, fr, gr, kr, pr, tr,
no pueden separarse y siempre inician sílaba. Ejemplos:
In - flamar, re - clamar, de - tras, su - primir, ha – blar.
- Cuando tres consonantes van seguidas en una palabra, se
reparten entre las dos sílabas respetando la inseparabilidad de los siguientes
grupos consonánticos: los constituidos por una consonante más l o r vistos en
el párrafo anterior, que siempre encabezan sílaba, y los grupos st, Is, ns, rs,
ds, que siempre cierran la sílaba. Ejemplos:
supers - tición, abs - tenerse, cons - tante,
sols - ticio, des - gracia, en - trar, in -flar, am - plio, ham – bre.
- Cuando son cuatro las consonantes consecutivas en una
palabra, las dos primeras forman parte de la primera sílaba y las dos restantes
de la segunda. Ejemplos:
ads - cripción, abs - tracto, cons – treñir.
- Es
preferible no segmentar las palabras de otras lenguas al final de renglón, a no
ser que se conozcan las reglas vigentes en los idiomas respectivos.
- Las
siglas y acrónimos, así como las abreviaturas, no pueden dividirse al final de
renglón. Así sucede, por ejemplo, con UNESCO. Se admite la división en los
acrónimos que han pasado a incorporarse al léxico general, escritos, en
consecuencia, con minúscula. Ejemplos:
ra - dar, lá - ser
c. El guion
también se emplea para unir palabras con un valor de enlace similar al de una
preposición o una conjunción. Ejemplos:
La ruta Cúcuta-Pamplona, el partido
Nacional-Millonarios, una relación amor-odio.
Barra
La barra (/) tiene los siguientes usos (en informática
también se utiliza la barra invertida [\], es una variación permitida solo para
esta materia y no tiene significado lingüístico):
a) Sirve para señalar el límite de los versos en los
textos poéticos reproducidos en línea seguida. En este caso se escribe entre
espacios. Por ejemplo:
Tu cabello es la ignota raicilla / del árbol
de mi vid. / Tu cabello es la hilacha de una mitra / de ensueño que perdí! (César Vallejo).
Fernando Chelle
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· ISBN-13: 978 a 1495244674
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