domingo, 15 de septiembre de 2019

"Red y acción" Revista internacional de criterio actual


A continuación, les dejo el enlace a "Red y acción" Revista internacional de criterio actual, donde encontrarán un artículo del periodista Manuel T. Bermúdez, del 13 de septiembre, sobre el recital poético del 12 de septiembre en la Plazoleta del Centro Cultural de Cali, de la ciudad de Cali, en el marco del XIX Festival Internacional de Poesía.



Fernando Chelle



Entrevista a Fernando Chelle en "Red y acción" Revista internacional de criterio actual

A continuación, les dejo el enlace a "Red y acción" Revista internacional de criterio actual, donde encontrarán la entrevista que me realizó el periodista Manuel T. Bermúdez, el 12 de septiembre, antes de que comenzara  el recital poético en la Plazoleta del Centro Cultural de Cali, de la ciudad de Cali, en el marco del XIX Festival Internacional de Poesía.




Confieso que he asesinado mariposas…/ Por Manuel T. Bermúdez

De blanco hasta los pies vestido el poeta Fernando Chelle ha paseado su humanidad por los distintos espacios en los que el XIX Festival Internacional de Poesía de Cali, 2019, ha programado su presencia.
Escritor, cuentista, poeta, docente, ensayista, corrector de estilo y articulista. Desde el 2011 vive en Colombia y en el 2013 publica “Poesía de los pájaros pintados” su primer libro de poemas.
Autor de los libros: Poesía de los pájaros pintados (2013); Curso general de lectoescritura y corrección de estilo (2014); El cuento fantástico en el Río de la Plata (2015); Muelles de la palabra (2015); Las otras realidades de la ficción (2016); El cuento latinoamericano en el siglo XX (2016); SPAM (2017); Las flores del tiempo (2018); Cadencias que el aire dilata en la sombra (2018) y Palabra en el tiempo (2019).
Le abordé en el Centro Cultural donde debía leer su poesía como parte de la programación del Festival.
“Estoy muy contento por haber venido a Cali -dice-. Vivo en Colombia desde el año 2011. Vengo de un país muy pequeño, Uruguay y por ser tan pequeño no hay mucha diversidad. En cambio, Colombia es un país con muchos países dentro. Es un país de regiones.
La semana pasada estuve en Santa Marta y luego estuve en Tunja y se ve que la gente habla diferente, come diferente, se viste diferente y eso es muy enriquecedor. Dentro de las ciudades que me faltaba conocer era Cali y muy contento de estar acá, por el Festival”.
Sobre lo que ha conocido dice: “Bueno las actividades del Festival no dejan mucho tiempo, pero algo he conocido y me ha parecido todo muy bien”.
En este mundo tan banalizado, que le da importancia a tan pocas expresiones culturales, ¿si hay aprecio por la poesía?
“Claro que sí, siempre hay quien le guste la poesía y ella es muy importante, quizá no está presente en los grandes medios, pero para la cultura de los países es muy importante la poesía”.
Basta ver la importancia que todos los países le dan a sus poetas muertos sin embargo no valoran los que están vivos. Eso es algo ilógico. Recién hablaba con un compañero chileno y se habla de Neruda, de Gabriela Mistral, etc y así pasa en todos los países: aquí hablamos de Gomes Jattin, de Rojas Erazo; pero hay grandes poetas que están vivos y que están vigentes y que pocos se les nombra. Eso es algo que siempre pasó en la poesía”
“Pero cambian los tiempos, cambia la tecnología y la poesía siempre está viva. Incluso, las nuevas tecnologías: el internet; los blogs, el Facebook, donde se hacen publicaciones fragmentarias, en donde todo es rápido, la poesía es de los géneros literarios que más se ha beneficiado. Los grandes relatos, quizá las novelas no tanto, pero yo creo que la poesía se ha beneficiado por lo fragmentario del discurso poético”.
¿Se repite el hombre en lo poético; es decir, la temática es la misma: la muerte, la vida, el amor el desamor…?
Sí, claro. Si se repite en la temática y se repite incluso en las estructuras. Estuve dando una charla sobre Machado y luego surgió el tema sobre Lorca y fíjese que Lorca retoma el romance tradicional en su Romancero Gitano. Machado, de alguna manera retoma lo que hizo Manrique en la edad media y , los poetas de hoy en día, si se quiere los de la segunda mitad del siglo XX eran casi todos hijos de la vanguardia, se escribía en verso libre, sin rima, una poesía quizá más hermética. Pero la poesía de hoy es muy diversa. Baste escuchar los poetas que participamos en este Festival y acá hay para todos los gustos”.
“Lo que caracteriza la poesía de la actualidad, es la diversidad. Las temáticas siempre son las mismas: el amor, el odio, la envidia, la naturaleza, la denuncia social, en fin, pero a la hora de estructurar ese discurso poético, es muy diverso y los poetas echan mano de las distintas escuelas, corrientes y estilos que han estado presentes a lo largo de la historia”.
¿Cómo hace una persona que hace versos para darse cuenta de que ya se graduó de poeta, si de ello no le dan título a uno?
Eso es difícil yo lo siento cuando leo una poesía. Para citarte a Lorca que recién lo leímos, él decía: “soy poeta por la gracia de Dios o del demonio, pero sobre todo soy poeta porque sé perfectamente lo que es un poema. Poeta se es, yo creo que independientemente del valor, como hay buenos poetas y malos poetas. No hay un cartón que te diga: se recibió de poeta. Yo creo que la calidad de alguna manera es lo que te hace ser. Como todo. Muchos podemos jugar al fútbol, pero no todos somos futbolistas profesionales. Todos podemos cocinar, pero no todos somos chef. Hay mucha gente que hace poesía, pero no todos son grandes poetas. Es una pregunta difícil de contestar porque donde está el límite que nos permita decir esto es bueno o esto es malo. Ahí tiene también mucho que ver la subjetividad de cada uno: lo que le guste”.
¿Cómo ve la poesía que se hace hoy en Colombia?
Yo creo que la poesía en Colombia está inscrita en eso que te decía recién: una diversidad muy grande y creo que aquí se hace una muy buena poesía, que no es de los géneros literarios por los que se ha destacado especialmente Colombia. Hay grandes novelistas, grandes periodistas, excelentes cuentistas, pero nombres de grandes poetas colombianos, quizá con los dedos de las manos nos alcanza para contarlos. Creo además que se está haciendo mucho desde las actividades culturales, las que tienen apoyo estatal y las que no. Encuentros como este de Cali, se dan a lo largo y ancho del país: unos con más calidad y otros con menos, pero uno siente que hay un movimiento que también favorece a la poesía por las características del género. Sería muy difícil hacer un encuentro de novelistas porque nadie se va a poner a leer una novela para el público. El género no lo acompaña y la poesía nos permite esto: seis autores de diferentes países y leer sus poemas para que el público se lleve un concepto, al menos básico, para ver lo que está haciendo cada uno, eso con otros géneros sería imposible”.
¿Qué se lleva de Cali y que le deja?
Me llevo un montón de recuerdos, de gratitud, de buenas experiencias de las cosas que he vivido hasta el momento. Y me gustaría volver. Me parece que estoy en deuda con la ciudad y conocerla mejor. Me parece un atrevimiento decir que conozco Cali, diría que pase unos días en la ciudad y que quedo en deuda de regresar”:
¿Un poema que sea ese poema que siempre dice o que la gente quiere escucharle donde se presenta?
El de las mariposas le gusta mucho a la gente y yo creo que gusta es porque es un poema que tiene muchas imágenes y es muy fácil escucharlo e irlo recreando, en la literatura, el receptor es un co-creador y por eso ese poema le gusta mucho a la gente.
Y entonces de su voz salen los versos…

ARREPENTIMIENTO

Lo confieso,
he asesinado mariposas.

Solía salir junto a mi hermano
cuando el sol calcinaba la siesta
armado de una rama,
cuanto más frondosa mejor.

El día, que caía
cuesta abajo
a morir en el río
se fragmentaba en mariposas
las había amarillas
naranjas en su mayoría
y otras
que parecían tener un reloj entre las alas.

Venían volando por la claridad
esquivando invisibles
como si supieran
de la existencia del gigante
que las esperaba.
Venían zigzagueando
su tiempo de serpentina
regalando su frágil belleza
sin prever
la precipitación de rama
de naturaleza violentada.

Venían con el sol de las chicharras
en su baile arrítmico y silencioso
a morir a plena luz
en lúdico asesinato.

¡Qué pena da confesarlo!
he asesinado mariposas
he sido un vil soldado
que levantó sus armas
contra la belleza.
  

Fernando Chelle


Las 2 ORILLAS

A continuación, les dejo el enlace a Las 2 ORILLAS, donde encontrarán un artículo del periodista Manuel T. Bermúdez, del 13 de septiembre, sobre el recital poético del 11 de septiembre en el Parque de los poetas, de la ciudad de Cali, en el marco del XIX Festival Internacional de Poesía.




Fernando Chelle

EL UNIVERSAL (de Cartagena)

A continuación, les dejo el enlace a la página de EL UNIVERSAL (de Cartagena), donde encontrarán una reseña, del 25 de agosto, sobre la entrega del premio “LIBRO DE ORO DE LA LITERATURA COLOMBIANA 2019”.




Fernando Chelle


EL UNIVERSAL (de Cartagena)

A continuación, les dejo el enlace a la página de EL UNIVERSAL (de Cartagena), donde encontrarán un artículo, del 21 de agosto, sobre la entrega del premio “LIBRO DE ORO DE LA LITERATURA COLOMBIANA 2019”.




Fernando Chelle



Delfin stereo.com

A continuación, les dejo el enlace a la página delfinstereo.com, donde encontrarán un artículo, del 20 de agosto, sobre la entrega del premio “LIBRO DE ORO DE LA LITERATURA COLOMBIANA 2019”.



Fernando Chelle


viernes, 6 de septiembre de 2019

Fernando Chelle lee "Muelles de la palabra"

Lectura del poema "Muelles de la palabra" en la Plaza de la Trinidad del Barrio Getsemaní, Cartagena de Indias, viernes 23 de agosto de 2019.


Fernando Chelle

Prólogo del libro "Relatos ocañeros", de Oswaldo Carvajalino Duque (texto y video de la presentación)


Oswaldo Carvajalino Duque, el arquitecto de las palabras

En la inauguración de una biblioteca pública en Fuente Vaqueros, su pueblo natal, en septiembre de 1931, el poeta español Federico García Lorca leyó un manifiesto a favor de los libros y la lectura que comenzaba diciendo: "Cuando alguien va al teatro, a un concierto o a una fiesta de cualquier índole que sea, si la fiesta es de su agrado, recuerda inmediatamente y lamenta que las personas que él quiere no se encuentren allí. 'Lo que le gustaría esto a mi hermana, a mi padre', piensa, y no goza ya del espectáculo sino a través de una leve melancolía…”. Algo muy similar a lo que expresan las palabras del gran poeta granadino, fue lo que yo experimenté al leer los “Relatos ocañeros” del escritor Oswaldo Carvajalino Duque. De inmediato recordé a mis amigos de Ocaña y pensé cuánto disfrutarían de la lectura de esta obra. Porque por más que sea cierto que basta contar sobre tu aldea para contar el mundo, es indudable que los textos de Carvajalino le resultarán más disfrutables y significativos, por poner un ejemplo, a mi gran amigo Luis Eduardo Páez, que a un potencial lector rumano. Pero más allá de lo disfrutable que pueda llegar a ser la obra por la identificación de ciertos lugares o personajes, el gran logro de Oswaldo Carvajalino fue hacer de Ocaña, no sólo un lugar geográfico reconocible donde transcurren sus relatos, sino de transformar esa ciudad en un espacio literario, convirtiéndola en territorio donde pasan a fundirse lo real y lo imaginario. En este sentido, la obra de Carvajalino pasa a ser tan importante para esa ciudad, como lo puede ser una casa, un parque o un puente. Porque las ciudades, más allá de las cosas concretas o tangibles, están hechas de historias, de anécdotas que viven en la memoria colectiva, de relatos.
Siempre en primera persona, desde un presente que le permite dar saltos en el tiempo, sobre todo hacia el pasado, Carvajalino nos va contando, va sacando a flote, una serie de historias que parecen haber vivido sumergidas en el subsuelo de la memoria colectiva de ese municipio nortesantandereano. Con una prosa ágil y clara, de un narrador que en ocasiones forma parte de la acción, y a veces se dedica sólo a contar y a opinar, se van desarrollando los relatos. En ellos seremos testigos de hechos como el de la soledad en que le tocó vivir a “Arita Ceballos”, o del pasado opulento de una Ocaña que se resiste a desaparecer en entornos como en el de “Las Conde Rizo”, o de otros personajes otrora encumbrados, que el tiempo llevó a vivir encerrados en sí mismos, o en sus antiguas casonas pobladas únicamente de recuerdos. Pero de muchas más cosas somos testigos en estos relatos que suponen una representación del alma colectiva de los ocañeros. Aquí está, como un telón de fondo en la historia de la provincia, el enfrentamiento entre liberales y conservadores, ya sea que se presente en el nombre de algún parque, llamado de una forma por unos y de otra por los otros, en las amenazas de sus partidarios, o en las recordadas riñas a machetazo limpio. Todo lo representativo de la vida de esta sociedad desfila por las páginas del libro; las costumbres cotidianas, la forma de vestir de los ocañeros, la gastronomía, la religiosidad y también la superstición. Aparecen ancianos, artistas, solteronas, homosexuales, en fin, una pintura literaria de una sociedad no exenta de contradicciones, con todas sus grandezas, pero también, con todas sus miserias. Quien lea los “Relatos Ocañeros” de Oswaldo Carvajalino”, podrá conocer, no la Ocaña Colombiana visible, histórica, concreta, esa que nos encontramos más allá de los estoraques, sino la otra, la mítica, la imaginaria, la que está hecha de recuerdos, de sueños, de palabras.

Fernando Chelle
San José de Cúcuta, 22 de junio de 2019


Presentación del libro en la Biblioteca Pública Julio Pérez Ferrero (Cúcuta), miércoles 4 de septiembre de 2019. 


miércoles, 4 de septiembre de 2019

Entrevista a Fernando Chelle por parte de SÉPTIMA LETRA

A continuación, les dejo la entrevista que me realizó Diego Galindez para SÉPTIMA LETRA, en la Universidad de Cartagena. Sábado 24 de agosto de 2019.



Fernando Chelle