Prólogo
Un asomo a la esterilización lingüística
“Bello como el
encuentro fortuito, en una mesa de disección,
de una máquina de
coser y un paraguas”
Isidore Ducasse,
Conde de Lautréamont
Siempre es
interesante entrar en contacto con una producción artística de José Ignacio
Cáceres Serna. Y hablo de producción artística, así en general, porque tratándose
de su persona, podría estar refiriéndome a artes plásticas, escénicas,
producciones en formato acústico, o a una obra literaria, como es el caso que
nos ocupa. Es algo atrayente, porque se trata de un artista integral, sensible
ante las diferentes manifestaciones estéticas, alguien que en ocasiones hasta
nos sorprende con artefactos híbridos, y sirva como ejemplo su poemario de 2016
Color inn color hado, un claro producto donde parecen fusionarse el
pintor con el poeta. Pero quizás ese poemario de los colores no sea el texto
más indicado para comenzar a decir algunas palabras sobre Asepsia. Este
nuevo trabajo, si bien comparte con Color inn color hado el hecho de que
se trata de un libro de poemas, técnicamente está mucho más próximo a otras
obras poéticas del autor, como por ejemplo La poesía y el apotegma de
2015, como Oraciones y poblaciones de 2017, o incluso, como su último
poemario, publicado el año pasado, titulado En silencio. Si reparamos en
estas últimas tres obras, veremos que tienen en común que los textos comienzan
con una misma palabra. En la obra de 2015, los poemas se abren con la palabra
“ajenos”, en la de 2017 con la palabra “explosión” y en la de 2018, los textos
se abren con las palabras que dan nombre a la obra “en silencio”. Esto es justamente
lo que sucede con el poemario Asepsia, donde los diferentes poemas comienzan
con el término que da título a la obra. Se trata de un conjunto de más de
setenta textos breves (entre cinco y diez versos libres cada uno de ellos), en
donde Cáceres desarrolla un universo literario muy diverso. Lo que hace
justamente es diversificar el término “Asepsia” connotarlo de las formas más
inimaginables, para que le permita referir múltiples temáticas. Conceptos
trascendentales como el tiempo y el espacio, comentarios sobre el
comportamiento del hombre en la sociedad y frente a la naturaleza, las
pasiones, los sentimientos, el arte, la espiritualidad, en fin, todos los temas
parecen ser abordados por el poeta, partiendo de un término que, en principio,
parecería incluso poco relacionable con los numerosos aspectos que hacen a la
vida del hombre, porque ese es, en definitiva, el pilar sobre el que se
sostiene toda la obra. La voz lírica que encontramos en Asepsia es mucho
más reflexiva y lúdica que anecdótica. No conocemos a través de estos poemas la
vida de un hombre en particular, pero sí nos asomamos a aquello que trasciende
cualquier tipo de cotidianeidad. Pero bueno, parece como si yo quisiera
referirme a todo y me olvidara que usted, amable lector, todavía no ha leído el
libro, así que lo mejor será que me vaya retirando para que usted se asome a la
obra que tiene en las manos, la de un artista polifacético, además de muy
querido. Hágalo, asómese, se lo recomiendo.
Fernando Chelle
San José de
Cúcuta, 25 de julio de 2019
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