sábado, 6 de febrero de 2016

REVISTA UNIVERSITARIA DEL CARIBE

A continuación les dejo el enlace a la página de la REVISTA UNIVERSITARIA DEL CARIBE, donde encontrarán una selección poética del libro “Poesía de los pájaros pintados” (Colombia 2013).





Selección poética tomada del libro Poesía de los pájaros pintados (Colombia 2013)

Poeta, ensayista y crítico literario uruguayo nacido en la ciudad de Mercedes en 1976. Autor de los libros, Poesía de los pájaros pintados (Colombia 2013) Curso general de lectoescritura y corrección de estilo, guía para formular escritos correctos (Colombia 2014) y El cuento fantástico en el Río de la Plata (Colombia 2015). Ha formado parte de diferentes antologías poéticas. Sus poemas, ensayos y críticas literarias se han publicado en revistas, periódicos y portales literarios de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, EE.UU, España, México, Perú, Puerto Rico, Uruguay y Venezuela. Administra el blog de autor PALABRA ESCRITA donde publica sus trabajos.

Yo lírico

Poeta de la espuma circunstancial
cazador de recuerdos
de fragancias pasadas
avaro de ese cofre
donde descansa tu nombre
tallado a punta de diamante.

Poeta de un río, negro
como el abismo
y dulce como el oboe
alfarero de esa bohemia
hechicera de paso lento
ojos de fuego y manos de tierra.

Poeta del humo
cobijo del amor
que duerme y sueña,
descansa
en su nervio de ceniza alada.


Farolito de papel

Excepcional exilio voluntario y voluptuoso
solitaria rebeldía
pasionalmente anárquica
sueño ensoñado de belleza
subjetiva, idílica,
terreno exquisitamente melancólico
en la naturaleza apacible,
divina
místicamente enamorada del poeta
llama de la eternidad.


Calles de mi ciudad

En estas calles de la ciudad mía,
y extranjero en las calles de mi ciudad
yo tuve patria donde corre el Negro
por entre verdes islas
y fantasmas de viejos eucaliptos.


Al Gran Sol

Ilumina el templo con el poncho
que hasta los ricos se verán deleitados.

Pon tus hebras de fuego extendidas
sobre la tenebrosa y profunda unidad.

Haz arder los rostros de los suicidas
para que con tu humo no se esfumen
y años de albañilería no sucumban
en un momento de derrumbamiento.

Entibia la guarida de la esperanza
que como un lagarto se dejará a-dorar
ante tu imperio de luz.

Infunde en mi tu poder,
haz que yo haga amanecer
encendiendo palabras y sonidos
colores y notas.


Mieles de luna

Dónde, mi hechicera bohemia, andan tus pasos
tus ojos de fuego, tus manos de tierra.

Acaso arrastrarías tu manto de estrellas
por las estrechas calles de esta noche sin luna.

Ven a poblar mi soledad de árbol
mi ausencia sin canciones
mis poemas febriles
como viudas sin dote.


No dudaría en arrebatar tus labios de sangre
derramarme en la miel de tu vientre,
y guardar mis nervios, dagas que me atraviesan
en el cofre blanco que se esconde
en las lunas de tu pecho.


Casualidad

Mujeres altas
faunos de mi existencia.
El vértigo ha vuelto a apuñalarme,
ayer salieron de un recuerdo de Artaud,
recuerdo de una escoria,
hoy vienen con esta lluvia de jueves,
lluvia germinal,
altura de precipicio
de verticalidad
de erección infinita
de perspectiva que dirime
el extrañamiento
del salto.


Caeré en tu pecho

Caería como una manzana
fundido por tu dulzura,
precipitándome ante tu carne morena,
así podría beber de tus ojos de gata
y arrebatarte tus labios de sangre.
Caería como Adán ante Eva
en el cascabel de un nido de serpientes
y junto a ti, sublime
contra todo lo esperado
lograría despojarte de tus perennes hojas.
¡Oh mujer de mis delirios!
mi débil carne gime por ti
y siento que la sangre que me habita
late en tu pecho
como en su nido.


Patio de la abuela

Ciprés ascendente en precipitación vertical verde,
espinas de un marchito borracho combustible,
azahar de naranjos cargados de continuo,
nota amarilla de un limón colgante,
la tierra en su sequedad se ha partido.
1959 dicen tus pilares arcanos,
agujas que descansan en una
almohada de terciopelo,
lento como tu sombra veo caer el sol.
Tu bastón de la tarde
ha reflejado un grito
en el largo pasillo
que lleva a los pinceles.
El búfalo en su cueva observa extrañado
el discurso que un día supo ser resistencia
y ahora que tu perfume
no puebla ya esta tierra
llegó para quedarse tu verde melodía.







 

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