Por favor
Fernando, preséntese a los lectores de EnSueño
Con mucho gusto. Mi nombre
es Fernando Chelle, soy un escritor de nacionalidad uruguaya, que hace más de
cuatro años vive en la ciudad de Cúcuta, Colombia. Nací en la ciudad de
Mercedes (Uruguay), en el año 1976. Tengo 38 años, de los cuales casi 20 he
estado vinculado al mundo de la literatura, fundamentalmente como lector, pero
también como docente, tanto en Uruguay como en Colombia, y desde el 2013, que
publiqué mi primer libro, también como escritor. Tengo cuatro libros
publicados, el primero de ellos, es un poemario, titulado Poesía de los pájaros pintados, lo publiqué en el año 2013. La
segunda obra, publicada en el 2014, es un libro sobre lenguaje, corrección de
estilo y técnicas de escritura, se titula: Curso
general de lectoescritura y corrección de estilo, guía para formular escritos
correctos. En el 2015, he publicado dos libros, por un lado, una obra de
ensayos, comentarios y crítica literaria, que se titula El cuento fantástico en el Río de la Plata, y por otro lado, mi
segundo poemario, titulado Muelles de la
palabra. En lo que respecta a la poesía, además de los libros Poesía de los pájaros pintados y Muelles de la palabra, he formado parte
de doce antologías. Aparte de estas publicaciones, colaboro mensualmente con artículos
literarios, en periódicos, revistas y
portales de diferentes lugares.
¿Qué
pasó para estar en Colombia? ¿Se le quedó pequeño Uruguay?
Estoy viviendo en Colombia,
desde el mes de abril de 2011. No, no es que me haya quedado pequeño mi país y
me haya visto en la necesidad de migrar. Mi mudanza a Colombia respondió a
razones personales, y no está vinculada con el mundo de la literatura. Aquí me
casé, es donde vivo con mi esposa, donde trabajo y tengo mi vida. Lo que sí es
cierto, es que mi oficio de escritor lo he podido desarrollar de forma más
sistemática aquí que en Uruguay. Pero creo que esto se debe más que nada a una
cuestión circunstancial, si bien es cierto que Colombia es un país más grande
que el mío y por ende las posibilidades también son otras, si viviera en
Uruguay por ahí estaría haciendo lo mismo, aunque eso no lo podría decir con
certeza.
-¿De
dónde le viene su inquietud por la escritura?
De mi inquietud por la
lectura. En la edad en que uno va abandonando la niñez y va entrando a la
adolescencia yo comencé a leer ávidamente. No es algo muy común en los
individuos verse seducidos por la lectura en esa etapa de la vida, pero en el
caso mío fue así. En mi familia no hubo escritores, pero sí lectores y
artistas. Antes de convertirme en lector y por supuesto en escritor, los libros
ya me inquietaban. Mi bisabuela paterna, Ester Larrea, fue una gran lectora. Siendo
niño, yo la veía leer, comprar libros, intercambiarlos con sus amigas, y me imaginaba que efectivamente algo
atrapante tenía que haber en esas páginas para que formaran una parte tan
importante de su vida. Ella fue la que me indujo a la lectura cuando yo ya
comenzaba a abandonar el terreno de la niñez, primero con su ejemplo y luego
con gran cantidad de préstamos y regalos literarios. Pero antes de convertirme
en escritor, o al menos antes de pretender una finalidad estética o artística
con la palabra, no solo estuvo presente en mi vida la lectura, sino que
disfruté de la literatura a partir de la oralidad. Mi abuelo materno, Jorge
Eusebio Pujolar, en su juventud, fue un artista popular, un murguista. La murga
uruguaya es una manifestación artística completamente híbrida, muy cercana a la
dramatización teatral, donde se cantan letras poéticas, fundamentalmente satíricas,
y humorísticas. Esas letras de murga, que recordaba y me cantaba mi abuelo,
fueron quizá el primer acercamiento que yo tuve al lenguaje con una finalidad
artística. De manera que cuando me acerco a la literatura escrita, cuando
comienzo a leer los libros de mi abuela, empiezo a reconocer en los textos ese tratamiento
diferencial, no cotidiano, estético, que se le daba a la palabra en las
canciones que me cantaba mi abuelo.
Como escritor, mis primeros
textos relativamente serios, donde yo sabía que estaba haciendo un trabajo
literario, son del año 1994. De manera que por lo menos pasé seis años de ser
un lector constante de mucha literatura,
antes de incursionar en el terreno de la escritura. De ahí en más no he dejado
de escribir, tampoco de leer, pero realmente tomé conciencia de mi función como
escritor, hace apenas poco más de dos años cuando finalmente me decidí a
publicar. Antes mi vínculo con la escritura era muy esporádico, ni siquiera
pensaba en que mis textos iban a ser publicados y que la gente me iba a leer. A
partir de la publicación del 2013, fue cuando comencé a escribir de forma más
sistemática, cuando experimenté un cambio psicológico en lo que respecta a mi vínculo
con la escritura.
Narrativa, ensayo, poesía. ¿Se puede con todo a la
vez?
Sí, se puede. Yo
personalmente me considero un escritor, no un poeta, un narrador o un
ensayista. Un escritor, que ha escrito poesía, narraciones y ensayos. Alguien
al que le gusta experimentar en los distintos terrenos de la literatura. Mi
primer vínculo con la escritura fue con la poesía, pero he incursionado en
algunas otras manifestaciones literarias y hay otras en las que todavía no. Los
análisis, comentarios y ensayos literarios, en un principio surgieron de mi
pasión como lector, los escribía casi como una necesidad imperiosa de decir
algo sobre lo leído, ahora los sigo escribiendo para difundirlos en diferentes
medios y después los publico en forma de libro. La génesis de, El cuento fantástico en el Río de la Plata
fue precisamente así. El libro contiene cinco artículos, que en principio se
difundieron en revistas y portales literarios. En lo que respecta estrictamente
a ficción narrativa todavía no he publicado nada. Estoy trabajando en el
proyecto de una novela, que si bien está en una etapa germinal, tengo la
seguridad de que florecerá. Más cerca de concretarse, dentro del género
narrativo, está la publicación de un conjunto de cuentos, que por el momento
están inéditos. Hace tres años, cuando me encontraba trabajando en un colegio,
aquí en Colombia, escribí una obra de teatro y mis alumnos la representaron. El
tema de la obra estaba vinculado a una festividad y funcionó como un homenaje.
En ningún momento tuve pretensiones de publicarla, pero creo que fue una
experiencia que me sirvió pare ejercitarme en un género que en el futuro
también me gustaría abordar. Para mí esto de la literatura es como un juego,
que por supuesto me lo tomo muy seriamente y lo disfruto, de manera que pienso
seguir jugando y creando.
¿Cuál
es su mejor momento para escribir?
Cuando me encuentro
tranquilo y sin interrupciones. Esto por lo general es, bien temprano en la
mañana y bien tarde en la noche. Con la lectura no tengo inconvenientes, puedo
fácilmente leer en lugares públicos, transitados e incluso donde haya bullicio,
estoy acostumbrado. Pero escribir no, es necesario que sienta tranquilidad para
poder concentrarme en el trabajo.
¿Y
el lugar?
En el patio de mi casa, en
el corredor, ese es mi lugar preferido. Pero si me toca escribir en otro lugar
no tengo problema, trato de no condicionarme. Lo mismo intento en lo que
respecta al momento del día, si bien prefiero, como dije, la mañana y la noche,
si tengo que escribir a otra hora lo hago.
¿De
qué color son sus "pájaros pintados"?
Abarcan absolutamente toda
la gama de colores, incluso los de las grandes pasiones y desgracias con que
Miguel Hernández pintó su casa en su canción última. Pero la elección del
título Poesía de los pájaros pintados,
para mi primer poemario, responde a un motivo muy personal. Hace referencia a
mi lugar de origen y al lugar donde fueron escritos los poemas del libro. La
palabra “Uruguay” proviene de la lengua guaraní y según algunos intérpretes,
etimológicamente significaría “río de los pájaros”, o “río de los pájaros
pintados”. Otros apuntan a que su significado es “río de los caracoles”.
Independientemente de estas posibles interpretaciones, en Uruguay, es más
extendida la versión “río de los pájaros pintados”. Quizá la influencia de
artistas como el poeta Juan Zorrilla de San Martín, o como el cantautor Anibal
Sampayo, tengan mucho que ver en eso, porque se refirieron en sus obras al
Uruguay como, “río de los pájaros pintados”. Bien, considerando que los poemas
de mi libro, fueron escritos antes de que yo me radicara en Colombia, fueron
escritos en el Río de los pájaros pintados, me pareció interesante cambiar la
palabra río por poesía. Y así fue que terminé por titular al poemario, poesía
de los pájaros pintados.
¿Qué
es escribir bien?
No sé si esa pregunta tenga
una respuesta definitiva. Lo que sí es seguro, es que es un tipo de pregunta
que admite una diversidad de respuestas, según a quien se la formulen. En lo
personal, creo que hay que hacer una primera diferenciación que tiene que ver
con la intención o finalidad de lo escrito. Pasaré por alto, aquellos aspectos
elementales del lenguaje escrito que se sobreentiende que se tienen que dominar,
como por ejemplo, el orden al estructurar una frase, la claridad de las
palabras que se utilizan, la coherencia (sintáctica, semántica, cultural), la
ortografía, la correcta puntuación, entre otros aspectos de manejo básico. Creo
que hay que diferenciar en primer lugar, los escritos que tienen una finalidad práctica
o comunicativa, de aquellos que tienen una finalidad artística. Dentro de los
primeros, podemos encontrar, entre otros: textos periodísticos, publicitarios,
jurídicos. También entrarían en esta categoría los textos de carácter
académico, como por ejemplo: el resumen, el informe, la reseña, etcétera. Bien,
escribir bien, dentro de este tipo de textos, además de manejar los elementos
básicos de la redacción como ya dije, es respetar los lineamientos
estructurales y temáticos que son propios de cada uno de estos estilos. Por
ejemplo, supongamos que tengo que escribir dentro de los estilos que son
propios del periodismo un artículo informativo, pues bien, el texto se tendrá
que caracterizar por ser objetivo, claro y conciso. Dentro de los textos
académicos, supongamos que el escrito es una reseña, pues bien, tendrá que
informar sobre las características y contenido de determinada obra. Tendrá que
contar, además del título, con una introducción, un resumen de lo que se va a
exponer, un comentario analítico y una conclusión. En cambio, en los textos que
tienen una finalidad artística, lo principal es el uso que se le da al
lenguaje, reparando fundamentalmente en su parte estética. Por supuesto que un
texto con una finalidad artística también deberá regirse por ciertos
lineamientos básicos, una descripción no es lo mismo que un monólogo interior,
ni un diálogo es lo mismo que una narración, pero es en esta clase de textos
donde el escritor tiene la libertad de crear a su manera sin tanta rigidez. Y
para mí, escribir bien, en esta clase de textos, es poder crear un objeto
artístico, estético, con el lenguaje. No hay temas grandes o pequeños en la
literatura, se puede escribir una gran obra de un tema insignificante como se
puede escribir algo muy malo del tema más sublime. La diferencia estará marcada
por el uso estético que le otorgue el escritor al lenguaje, de eso dependerá
que la obra sea buena, mala, o regular.
¿Para
qué sirve la poesía?
Si vinculamos el verbo
servir, a lo meramente utilitario o práctico, seguramente tendría que responder
que la poesía no sirve para nada. Pero en la vida no solo “sirve”, lo que tiene
una finalidad práctica dentro de concepciones materialistas. Están aquellos
aspectos que se vinculan con lo que verdaderamente mueve a los seres humanos:
la expresión de las emociones, los sentimientos, el conocimiento o el deslumbramiento ante la
belleza, el horror, lo maravilloso, en fin, una cantidad de aspectos con que la
poesía trabaja, y que son el material fundamental de su contenido. Claro que
esta expresión de aspectos, vinculados a la intimidad del hombre, no son solo
propiedad de la poesía, se ven también en otras manifestaciones artísticas.
Pero la poesía, creo yo, penetra en territorios de la intimidad del individuo
como ninguna otra manifestación artística.
Desde esta perspectiva, la poesía, abre puertas al conocimiento e
intensifica la conciencia, transitando por caminos artísticos, alternos a los
de la racionalidad o la lógica. Creo que la poesía en ocasiones tiene aspectos
casi mágicos, y expresa cosas que el poeta ni siquiera intuía. La poesía, si
bien comparte con otras manifestaciones literarias el estar hecha de palabras,
suele trascender las meras palabras. Esto ya es algo que se tiene que sentir,
que no es fácil de explicar y que por supuesto hay gente que no lo siente. Esto
último me lleva a decir que la poesía, no es un lenguaje que le “sirva”, para
usar el verbo de la pregunta, a todas las personas, pero para algunas, entre
las que me incluyo, suele ser como un bálsamo que nos ayuda a vivir y a tratar
de ser mejores.
¿De
qué continente son sus escritores preferidos?
Hay muy buenos escritores en
todos los continentes, que he leído y he disfrutado mucho. Pero si tengo que
responder concretamente a la pregunta, llegando incluso a ser injusto con
algunos, debo responder que mis escritores preferidos son americanos y
europeos.
¿Cuál
es su canon literario?
Creo que está
fundamentalmente vinculado con la respuesta que di en la pregunta anterior. Me
tocó nacer y vivir en un lugar del mundo donde la cultura occidental es la que
prevalece y los individuos estamos condicionados por el entorno.
Independientemente de concepciones religiosas o de creencias, que no vienen al
caso, es indudable que un latinoamericano, va a tener más conocimiento de la Biblia
que del Ramayana por ejemplo. En ese mismo sentido, la literatura que más me ha influenciado, que más he consumido
y que quizá por condicionamiento cultural, más disfruto, es la literatura
occidental. Me gusta mucho la literatura griega, sobre todo la mitológica, y
por supuesto muchos autores europeos y americanos de distintas épocas. Si
tuviera que hacer una lista, un canon personal, tendría que seleccionar los
ejemplos para que la nómina no sea tan extensa, aunque terminara siendo injusto
con muchos escritores, pero toda selección de alguna manera implica cierto
grado de injusticia. Voy a nombrar solo tres
autores de cada género para que se tenga una idea: poetas, Charles
Baudelaire, Cesar Vallejo y Jorge Luis Borges; novelistas, Fiódor Dostoyevski,
Mario Vargas Llosa y Patrick Süskind; cuentistas, Edgar Allan Poe, Julio
Cortázar y Felisberto Hernández; dramaturgos, William Shakespeare, Bertolt
Brecht y Tennessee Williams.
Tiene
pensado publicar algo en el futuro próximo...
Sí, tengo ya finalizada,
otra obra de crítica literaria, que se estará publicando a comienzos del
próximo año, se titula “Las otras
realidades de la ficción”. Allí analizo y comento algunas obras
representativas de la literatura utópica, distópica y ucrónica. Y como
proyectos no tan próximos, debo sumar a los dos que referí en la entrevista, la
novela y el libro de cuentos, otro libro de poesía sobre los clásicos de la
literatura que ya está bastante avanzado.
Muchas
gracias por su tiempo Fernando, desde EnSueño le deseamos lo mejor en su
carrera literaria.
Les agradezco a ustedes el
hecho de que me hayan tenido en cuenta para esta entrevista y los felicito por
este segundo número de EnSueño. Saludos a todos.
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