lunes, 27 de julio de 2020

José Enrique Rodó, Jaime Roos y Fernando Chelle


Por: Alfredo Saez Santos



Fernando Chelle Pujolar, un mercedario del
Uruguay en Colombia.



"Que el letrista no se olvide"
De Jaime Ross, por Washington "El Canario" Luna


Lo no nato -pero que se perspectiviza en la posibilidad de serlo- me apasiona. Espermatozoide y óvulos anuncian fetalidad y vida, esencia y Ser.
Una "Página en blanco", tal titula el mercedario Fernando Chelle Pujolar, un hermoso poema propio pleno de encantos y sobre todo de filosofía proactiva, va en esa línea referencial del porvenir.
Fernando hace nueve años que reside en Colombia, trashumante de sedes urbanas de bellísimas poli geografías caribeñas y pacíficas. No olvida, no obstante, al uruguayo país, corazón cómplice de sus acechos creativos.
Es docente, crítico literario y ahora consolidándose como conferencista y escritor de estilo donde entre la narrativa, el ensayo y la poesía, busca su mejor estética.
Recuerdo que el magno José Enrique Rodó en su parábola "La respuesta de Leuconoe" plantea lo mismo que Chelle Pujolar en el poema arriba mencionado. Cuenta el montevideano de "Ariel" en la anécdota que, súbditos del César romano imperial, querían homenajearlo con obsequios solo afines a su olímpico rango, los más diversos y ricos. El más impactante resultó para un imperialista, que la joven Leuconoe le obsequiara "espacio" en expresión abstracta de un vacío testimonial. O sea, la nada, ¡nada a llenar!... espacio a cubrir para las ansias del poderoso.
El compositor Jaime Roos, también uruguayo, con Raúl Castro, hombre del carnaval, hicieron a ritmo de murga y a su posterior turno, una hermosa canción que recoge no lo que será, sino lo que fue, orándose para que futuros letristas populares "no se olviden" de documentar pasados. La titularon, claro, "Que el Letrista no se olvide". Al menos para mí es una canción naif muy potente, sensible a las añoranzas de los que amamos pretéritos como fuente de frescos efluvios futuros.
Reparen Uds. como Fernando, Rodó y J. Roos, con creatividad y sendas diferentes coinciden sin tocarse, como líneas paralelas de una gráfica de ejes matemáticos, en sendas y respectivas resoluciones hacia un mismo foco inspirativo.

ODA A LA PÁGINA EN BLANCO

La página en blanco es generalmente blanca
y el blanco alude a su vacío
a la nada que contiene
a la posibilidad infinita de discursos
a la ausencia de letras, de palabras.

La página en blanco
es una invitación a la fiesta del lenguaje
quiere que la violen
pide que la transgredan
que la irrespeten
para dejar definitivamente de ser
ese vacío infinito del universo
ese material poroso sin corazón
ese desdichado fragmento de la nada.

Fernando Chelle


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