Por: Alfredo Saez Santos
Fernando
Chelle Pujolar, un mercedario del
Uruguay
en Colombia.
"Que el letrista no se olvide"
De Jaime Ross, por Washington "El Canario" Luna
Lo
no nato -pero que se perspectiviza en la posibilidad de serlo- me apasiona. Espermatozoide
y óvulos anuncian fetalidad y vida, esencia y Ser.
Una
"Página en blanco", tal titula el mercedario Fernando Chelle Pujolar,
un hermoso poema propio pleno de encantos y sobre todo de filosofía proactiva,
va en esa línea referencial del porvenir.
Fernando
hace nueve años que reside en Colombia, trashumante de sedes urbanas de
bellísimas poli geografías caribeñas y pacíficas. No olvida, no obstante, al
uruguayo país, corazón cómplice de sus acechos creativos.
Es
docente, crítico literario y ahora consolidándose como conferencista y escritor
de estilo donde entre la narrativa, el ensayo y la poesía, busca su mejor
estética.
Recuerdo
que el magno José Enrique Rodó en su parábola "La respuesta de
Leuconoe" plantea lo mismo que Chelle Pujolar en el poema arriba
mencionado. Cuenta el montevideano de "Ariel" en la anécdota que,
súbditos del César romano imperial, querían homenajearlo con obsequios solo
afines a su olímpico rango, los más diversos y ricos. El más impactante resultó
para un imperialista, que la joven Leuconoe le obsequiara "espacio"
en expresión abstracta de un vacío testimonial. O sea, la nada, ¡nada a llenar!...
espacio a cubrir para las ansias del poderoso.
El
compositor Jaime Roos, también uruguayo, con Raúl Castro, hombre del carnaval,
hicieron a ritmo de murga y a su posterior turno, una hermosa canción que
recoge no lo que será, sino lo que fue, orándose para que futuros letristas
populares "no se olviden" de documentar pasados. La titularon, claro,
"Que el Letrista no se olvide". Al menos para mí es una canción naif
muy potente, sensible a las añoranzas de los que amamos pretéritos como fuente
de frescos efluvios futuros.
Reparen
Uds. como Fernando, Rodó y J. Roos, con creatividad y sendas diferentes
coinciden sin tocarse, como líneas paralelas de una gráfica de ejes
matemáticos, en sendas y respectivas resoluciones hacia un mismo foco
inspirativo.
ODA
A LA PÁGINA EN BLANCO
La
página en blanco es generalmente blanca
y
el blanco alude a su vacío
a
la nada que contiene
a
la posibilidad infinita de discursos
a
la ausencia de letras, de palabras.
La
página en blanco
es
una invitación a la fiesta del lenguaje
quiere
que la violen
pide
que la transgredan
que
la irrespeten
para
dejar definitivamente de ser
ese
vacío infinito del universo
ese
material poroso sin corazón
ese
desdichado fragmento de la nada.
Fernando
Chelle
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