Atta laevigata, se denomina la especie de
hormigas cortadora de hojas grandes apodadas "hormigas culonas" por sus enormes abdómenes. Estas
hormigas son asadas, saladas, y comidas, tienen una textura crujiente y un
gusto ligeramente ácido. Los indios Guane, fueron los primeros en
cosechar este tipo de hormigas. Se cuenta que, al principio, en tiempos de la
conquista, los españoles rechazaron esta práctica, pero luego fueron ávidos
consumidores de este extraño plato.
Luego de las fuertes lluvias,
propias de esta región, las hormigas grandes son cosechadas, ya que las reinas
jóvenes salen a la superficie dando grandes zumbidos tratando de establecer sus
hormigueros.
Estos insectos habitan gran parte
de la región Guane, llamada así en referencia a los indios nativos. Se encuentran
en las zonas calientes, en las tierras llamadas amarillas y en las piedras calcáreas. En estas tierras, las
hormigas culonas aparecen como nubes y son el terror de los cementerios.
Una libra de hormigas se comercializa
al triple del valor de una libra de café.
Familias enteras salen con
contenedores a recolectar las hormigas y existen discusiones y aún luchas por
la posesión de los hormigueros. Una vez recolectadas las hormigas son vendidas
en tiendas y mercados y hay para quienes este plato es el pan de cada día.
Esta fuente de proteína, tiene
una fuerte capacidad destructora, sus mandíbulas poderosas, de estar en un
enjambre grande pueden terminar con la vida de una persona. La fuerza de estas
hormigas y el terror que suelen ocasionar aparecen también dentro de la
literatura colombiana.
En Cien Años de Soledad de
Gabriel García Márquez, se refiere, que el último bebé llevado a la familia
Buendía es comido por hormigas: "[El niño] era una bolsa seca e hinchada
de piel que todas las hormigas del mundo arrastraban hacia sus agujeros a lo
largo del camino de piedra en el jardín". José Eustasio Rivera, en La
Vorágine escribe como uno fácilmente puede oír el ruido hecho por la hormiga
cuando va marchando a lo largo del piso de selva.
Pero para que no piensen que la
ferocidad de estos insectos es solamente un producto literario veamos un edicto
de Gil San al consejo municipal, fechado el 19 de abril de 1703: " Ha sido
mucho tiempo que Nuestro Lord ha castigado estas tierras con la montaña o
hormigas de cementerio, que han causado grandes dolores en maizales.
Unánimemente declaramos a Nuestra Señora la Virgen María Auxiliadora la Patrona
de esta ciudad contra la plaga.... "
En 2004, "Edible Limited" una empresa británica que se especializa en productos de alimentación
exóticos, hizo la primera tentativa de comercializar la cosecha de hormigas,
exportando media tonelada de hormigas culonas a Europa, EE.UU., y Australia.
Llaman el producto "Giant Toasted Ants", el tiempo dirá si las
hormigas culonas encontrarán bastantes "hombres hormigueros" en el
mercado global.
Fernando Chelle
Artículo publicado en el
periódico El Libertador N° 20 ISSN 2011-3560 (publicación oficial de la
Universidad Simón Bolívar, Extensión Cúcuta). Junio de 2013, página 2. Disponible aquí: http://issuu.com/usimon/docs/el_libertador_no._20/3?e=7079573/5421874
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