A plena luz de sol sucede el día
Hoy, este abierto mediodía vuela
con todas las abejas de la luz:
es una sola copa la distancia,
al territorio claro de mi vida.
Pablo Neruda
A lo largo de la historia de
la cultura, la poesía, como manifestación artística particular, ha sido hija
del tiempo en el que se ha gestado. Ya sea que ponga el énfasis en la divinidad
como en la Edad Media, o en el hombre como lo hizo en el Renacimiento, ya sea
que se someta a la razón y a las reglas como en la Ilustración, o que se revele
frente a lo establecido poniendo de manifiesto la pasión como lo hizo el
Romanticismo, la manifestación poética, la expresión artística con la palabra a
la que llamamos poesía, a excepción de la popular y la épica, ha sido siempre
una empresa rigurosamente individual. En ese sentido, cuando nos enfrentamos a
un trabajo poético, de alguna manera estamos ingresando en la intimidad de una
individualidad, independientemente de la época en la que la obra se gestó.
Claro que hay trabajos poéticos, pienso fundamentalmente en algunos de las
vanguardias, donde la individualidad parece difuminarse, donde la intención de
ruptura, de creación de nuevas formas expresivas es lo que prevalece. Pero al
leer Canción de sol,
primer libro de poesía de Andrés Elías Flórez Brum, sí sentimos que nos estamos
enfrentando a un trabajo individual, original, íntimo. Si bien está claro que
debemos diferenciar al sujeto lírico del biográfico, que la voz poética no deja
de ser una creación, así como lo es la voz del narrador en una novela,
pareciera como si a medida que nos vamos adentrando en el libro de Flórez Brum,
vamos siendo testigos de una poesía que funciona como una especie de catarsis,
donde el poeta, a partir del hecho estético, da cuenta de sus experiencias
vitales. La obra en su conjunto es un extenso
canto existencialista y celebratorio de la vida, dividida en cinco partes. Notas primigenias; es el comienzo de un
largo camino celebratorio de la vida, donde se presenta una voz lírica
optimista que recorrerá toda la obra. Aquí el poeta, consciente de su creación,
toma valor, supera los prejuicios y se enfrenta al hecho poético. Canto alto; tonada del recuerdo, donde
se gesta la identidad del poeta y aparece el mundo que lo rodeó. Bajo la llovizna; textos que reflexionan
sobre el contexto histórico y político. La guerra interminable, el dolor de
patria herida y la lucha por la libertad. Voces
alternas y Serenata al alba, son
apartados que se centran, fundamentalmente, en el amor. La presencia de la
mujer como ser amado y compañera de ruta, es el pilar fundamental, donde se
sostiene el gozo existencial del poeta. Aparte de esas temáticas
centrales en cada una de las partes, temas como el de la literatura, los
recuerdos familiares, la espiritualidad, la gastronomía, entre otros, son transversales
dentro de la obra. Es muy interesante la versatilidad de Andrés Elías en el
manejo de las formas, sabiendo que es un hombre que viene de la narrativa. Hay
en el libro loas, fábulas, elegías y diversas formas poéticas, fundamentalmente
en verso, aunque también tienen lugar numerosos textos de prosa poética. En Canción de sol, Andrés
Elías Flórez Brum, demostró que, aparte de ser un gran narrador de cuentos y novelas,
también es un poeta. La obra en su conjunto es una muestra valiosa, un trabajo
juicioso y cuidado que el tiempo seguramente recordará como una representación digna
de la poesía colombiana.
Fernando Chelle
San José
de Cúcuta, 5 de febrero de 2019
Nota: Este es el texto original titulado "A plena luz de sol sucede el día", escrito en la ciudad de San José de Cúcuta, el 5 de febrero de 2019 y leído en la ciudad de Bogota el 1 de mayo de 2019, pór el autor, en ocasión de la presentación del libro "Canción de sol" del escritor cordobés Andrés Elías Flórez Brum. El 14 de abril de 2019, fue publicado por el suplemento cultural de El Meridiano, lamentablemente para sus lectores, con la puntuación alterada.
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