viernes, 13 de marzo de 2015

Curso general de lectoescritura y corrección de estilo, guía para formular escritos correctos




Los pronombres

Los pronombres son una clase de palabra que sirven para individualizar una cosa o persona como lo hace un sustantivo. Sirven para sustituir directamente un nombre, o para agregarle alguna caracterización.

Pronombres

Personales  Sustituyen a las personas gramaticales: Yo, tú, él, nosotros, vosotros, ellos.

Posesivos  Indican posesión: Mío, tuyo, suyo, nuestro, vuestro.

Demostrativos  Señalan la respuesta del emisor respecto a un punto espacial: Este, ese, aquel.

Indefinidos  Indican una cantidad de manera imprecisa: Uno, cualquiera, bastante, poco.

Numerales  Indican cantidad u orden de forma precisa: Uno, dos, tres, primero, segundo…

Interrogativos, exclamativos Introducen frases interrogativas o exclamativas: Qué, quién, cuál…

Relativos Introducen oraciones adjetivas: Que, el cual, quien.


Los pronombres tienen un sentido referencial en relación al sustantivo que sustituyen en un enunciado u oración.
El sentido que los pronombres adquieren del sustantivo al que sustituyen, se da de dos formas:

Mediante anáfora: esto se produce cuando el sustantivo sustituido ya se había mencionado en la oración:

Discutí con tu primo y le dije que no quería más problemas.

Por catáfora: Esto ocurre cuando el sustantivo que se va a sustituir no ha aparecido en la oración sino que lo hará con posterioridad:

Le dije que no quería más problemas a tu primo, cuando discutimos.

Los pronombres son una clase de palabra que presentan género y número; aunque encontramos pronombres de género neutro, así como de forma invariable.

Clasificación

Podemos distinguir varias clases de pronombres, según las cualidades que añaden al nombre que sustituyen:


Pronombres personales: Son los que sustituyen a las personas y les adjudican la posición que ocupan respecto a la acción que expresa el verbo, por lo que se les denomina en el orden de la persona como primera, segunda o tercera ya sea del singular o del plural:




Los pronombres personales en singular solo tienen género en la tercera persona, mientras que en plural todas las formas tienen género, si bien cuando se habla de un conjunto en el cual participan ambos géneros se utiliza el masculino. En lo que respecta al número se distinguen en casi todas sus formas.
Los pronombres personales muestran variaciones, que se vinculan con el lugar que ocupa la persona a que se hace referencia, con respecto a la acción expresada por el verbo; a esto se lo conoce como, modos de declinación.

Los modos de declinación son:

- Nominativo: es cuando el sujeto ejecuta la acción directamente: yo canto.

- Acusativo: es cuando la acción que realiza el sujeto recae sobre el sustantivo sustituido por el pronombre: Carlos escribe un libro; Carlos lo escribe; (“LO” sustituye al libro). Esto es lo que se conoce como complemento directo.

- Dativo: es cuando la acción que realiza el sujeto va dirigida al sustantivo sustituido por el pronombre: Carlos regaló un juguete a su primo; Carlos le regaló un juguete. Esto es lo que se conoce como complemento indirecto.

- Hablativo: es cuando la acción que realiza el sujeto es ejecutada por la persona de que se habla: Él la besó.

Las formas pronominales personales según los modos de declinación son:




Las formas de los pronombres personales mí, tí y sí, siempre son antecedidas por una preposición: para tí, de sí, a mí, pero cuando esa preposición es con, asumen las formas conmigo, contigo, consigo.
Las formas átonas como me, le, te, lo, pueden usarse detrás del verbo: cállate, díjole Carlos; por lo general este uso no es común, sí se ve en las expresiones literarias, en el lenguaje corriente se prefiere colocar el pronombre antes: Le contó, me dijo, te advierto, lo olvidó fácilmente.

Existe otra forma equivocada de aplicar la forma pronominal ME, consiste en colocarla delante del verbo que precede a la acción que realmente debiera calificar, así, suele decirse, por ejemplo:

ME tengo que vestir en lugar de: Tengo que vestirME;

El pronombre que sustituye al sujeto YO, no corresponde a la acción del verbo tener sino a la del verbo vestir; como resultaría claramente si no se eliminara el primer pronombre: YO tengo que vestirME

La forma “se”, siempre precede, va delante de las formas “me” o “te”: Se te va a caer; se me ocurrió una idea.

Las formas “le” y “les”, se conmutan por “se”; cuando debieran anteponerse a “lo”, “los” o “las”: Le desconté los días; Yo se los desconté.

Pronombres demostrativos: Son aquellos pronombres que utilizamos para mostrar los objetos señalando su situación respecto de una determinada persona.




Pronombres posesivos: Son aquellos pronombres que al mismo tiempo que sustituyen al sustantivo, indican su relación de pertenencia con algunos de los sujetos invocados en la oración: 


Es muy común que los pronombres posesivos se utilicen precedidos de artículo: Este carro, es el mío.

Pronombres relativos: Son aquellos pronombres que se utilizan para sustituir un sustantivo recientemente mencionado: La persona a la cual venimos refiriéndonos; los pronombres relativos son los siguientes:



(Falta imagen)



Pronombres interrogativos y exclamativos: Son aquellos pronombres que se utilizan para reemplazar un sustantivo en una oración interrogativa o exclamativa.
Se diferencian de los pronombres relativos en que se escriben con acento:

qué - quién - cuál - cuánto – cúyo

Pronombres numerales: Son aquellos pronombres que cumplen la función de sustantivar los números. Se distinguen entre ellos:

Los cardinales: son los que señalan un conjunto de objetos y el número de objetos que están implicados dentro de la acción: tengo cinco primos, uno está en España.

Los ordinales: son los que corresponden al orden de ubicación secuencial; pueden tener variación de género como de número: Fueron los últimos en llegar, ellas fueron las terceras.

Pronombres indefinidos: Son los que se usan para reemplazar sustantivos que se refieren a cosas o a personas, pero con un sentido general y vago:

algo - alguien - alguno – ninguno – cualquiera - demasiado - poco - nada - mucho - todo – nadie quienquiera

Los cuantitativos, nunca se refieren a una cantidad concreta y pueden variar en el género — demasiadas, algunas, algunos, todos, todas — pero hay ecepciones:

algo, alguien, nada, nadie, no permiten esa variación.

Los de carácter compuesto, forman el plural con su primer componente, y no especifican género: cualesquiera, quienesquiera.


Fernando Chelle


  • Editorial: CreateSpace Plataforma Independent Publishing; 1 edición (24 de enero de 2014)
  • ISBN-10: 1495244679
  • ISBN-13: 978 a 1495244674

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